VIVIR MÁS, VIVIR MEJOR

1.- El conflicto que se plantea en el primer texto da lugar a mucha polémica, pero lo que realmente viene a decir es que hasta por dinero se juega con la salud humana, y que como en la mayoría de los ámbitos sociales, las personas anteponemos el dinero frente a la salud y no es justo, porque estar sano es un derecho de todos.

2.- Hay muchas maneras de resolver esta situación, y todos sabemos cuales son. Para empezar deberíamos intentar igualar esas diferencias sociales que son la causa principal de esta situación tan desequilibrada. A su vez, deberíamos reconocer y atribuir los derechos humanos de cada ciudadano que forma parte de este nuestro mundo, ya que si nosotros somos dignos de esos derechos: ¿por qué rezón deberían ser ellos dignos tan solo de deberes?
De cualquier modo el hecho de resolver esta situación está en manos de los poderosos de nuestra sociedad y si ellos, por mucho empeño que nosotros pongamos, no se deciden a ayudar y colaborar, estamos perdidos. Además, para que esto ocurra debemos dejar a un lado nuestro egoísmo y pensar en los demás, ya que si nosotros nos encontrasemos en su situación, desearíamos y esperaríamos que hicieran lo mismo que nosotros podemos hacer por ellos si nos lo proponemos.

3.- El investigador del cual se habla en el segundo texto, Manuel Patarroyo, parece ser un hombre preocupado con el bienestar de las personas que sufren y que le rodean, y a las cuales él mismo es capaz de ayudar. También parece ser humilde y sincero con sus sentimientos, pues no da la sensación de que haga lo que hace por dinero y, además, dona sus patentes con la esperanza de que puedan servir de ayuda en futuras curas y prósperos experimentos.

4.- A partir de los datos que se dan en el segundo texto, se puede sacar la conclusión de que la ciencia avanza, lentamente pero, a su vez, es muy eficaz, y a pesar de que faltan muchas curas por descubrir, todos guardamos la esperanza de que un día la medicina dé un gran salto en sus conocimientos y muchas enfermadades dolorosas, y por desgracia muy comunes (como puede ser el sida o el cáncer), encuentren su remedio y en un futuro próximo sean erradicadas.